sábado, 16 de diciembre de 2017

Del expolio que Cataluña ha venido haciendo al resto de España desde hace siete u ocho décadas






Hemos tropezado con una publicación de tan pretérita fecha ya como el 2005, pero que no solamente no ha periclitado en actualidad e interés testimonial y de recordatorio de lo que viene sucediendo desde hace ya casi ocho décadas, sino que cada vez  --según vemos estos días--  cobra aún más y más vigencia y pertinencia.

Siete u ocho décadas  --al menos--, porque es notorio que desde el principio de su gobierno Franco cometió la ingenuidad de favorecer continua y abundantemente a Cataluña y a las Vascongadas, sin percatarse de la sabiduría que rezuma el consabido refrán de que: “quien da pan a perro ajeno, pierde pan y pierde perro”. (Como se transcribe más abajo).

Se trata de un relato vertido en términos coloquiales entre dos ancianos sobre la evolución del sentimiento de ‘autodeterminación’ que profesan algunos: expresión manifiestamente típica de esa fase infantil de niño mimado que
no hace más que repetir y repetir ese “¡mío, mío!” con el que intenta acallar su ¡más que sobrada ! consciencia de que ¡efectivamente ! todavía  --y ¡precisamente !--  no tiene suficiente edad como para tener algo responsablemente suyo y… ¡por eso ! está obsesionado en quererlo todo para él ¡y en exclusiva !, SIN COMPARTIR lo que le regalan o lo que rapiña, como frenético afán de encubrir su… aún… más que profundo primitivismo mental

Y es que, por su infantilismo, efectivamente no logran alcanzar, aún, la VERACIDAD inmarcesible de lo que recogió Mijail Gorbachov en su libro “La Perestroika”, cuya portada de Plaza-Janés (Barcelona 1987)  y páginas 294 y 469  anejamos, y que decía asÍ:  La interdependencia [curiosamente, quizá por editado en Cataluña, aquí, como se ve, aparece una pintoresca errata: el editor puso ‘independencia’ en vez de ‘interdependencia’, …; término aquél obviamente en RADICAL contradicción con la frase e idea que el autor quiere expresar] de  nuestro mundo es tal que los pueblos juntos asemejan una cadena de alpinistas en la ladera de la montaña. Juntos pueden ascender a la cumbre  o caer juntos en el abismo”. Y también:  “Los procesos objetivos conducen a que nuestro mundo, complicado y multifacético, esté cada vez más intervinculado y sea más interdependiente”.

El artículo, en fin, que también adjuntamos aquí en imagen facsímil, apareció el siete de octubre del citado año, en la sección de ‘Firmas’ y bajo el genérico rótulo de ”A contracorriente”, de “El Semanal Digital”. He aquí su transcripción:

              Y NO NOS HAN PAGAT…

Paseando iba por el parque al solecillo mañanero, cuando quise dar con mis huesos en rústico banco ocupado ya parcialmente por anciano venerable que, lentes caladas, leía u ojeaba algún periódico; así que, cumpliendo las leyes de los caminantes, le pedí permiso para asentarme a su vera:
-- Buenos días nos dé Dios. ¿Me permite?
-- ¡Faltaría más! ¡Muy honrado!.
-- ¡Vaya días que hace! ¿Lloverá alguna vez?
-- ¡Lloverá! Mas quiera Dios que no sea torrencialmente.
-- ¡Pues sí! --corroboro-- Porque, con el cauce del Manzanares lleno de máquinas y asfaltados provisionales, cuando caigan cuatro gotas... ¡menuda se va a armar!
--¿Armar dice?. Pues... ¿y la que están armando los catalanes?
-- Son cosas de políticos --divago--.
-- ¡Sí, sí! --replica-- ¡Pero con el dinero de todos! El de mi pensión, por ejemplo.
Y mi interlocutor insiste:
-- ¡Sí, sí! Porque ¿acaso ahora los catalanes nos van a devolver a todos lo que el régimen de Franco les dio para tenerlos contentos? ¡Menuda sangría que se llevaron a costa nuestra! Y ¡por eso presumen ahora de renta alta! A costa de Extremadura, Andalucía, los baturros y La Mancha, por ejemplo.
-- Son cosas que pasan.
-- Que pasan --me aclara-- porque se ha perdido el sentido de la dignidad. “Cría cuervos” --cita-- y... Que “quien da pan a perro ajeno, pierde pan y pierde perro”. O como dicen ellos: “nos han  [fotut], y no nos han pagat”.
-- Son vientos de egoísmo independentista que corren.
-- Pues ¡vale! Que se declaren independientes. Pero que antes devuelvan todo lo que les dimos y, después, que se les cierre la frontera: la luz, el agua, la gente, el comercio. A ver qué hacen.
-- No crea --arguyo--: que, con lo ‘fenicios’ que son, seguro que ya se buscarían algún chamarileo con el que ir tirando...
-- ¡Eso!: ¡que tiren, que tiren! Pero para el norte. Y que le reclamen a Francia el Rosellón y la Provenza. ¡A ver qué les dicen!
-- A lo mejor consiguen erigirse en Comunidad Económica Catalana (...digo yo...) Porque lo que está claro es que el separatismo localista, en los tiempos de unión y cooperación internacional que cursan, es la gran ‘parida’ (con perdón...)
-- ¡Como que hasta EE.UU. ha pedido ayuda por el Katrina! --me puntualiza--.
-- Bien dice; pero, ¡en fin!
-- ¡En fin, sí señor! Que la última sorpresa es que haya Presidentes que juran “hacer cumplir la Constitución” y luego... ¡pues nada: viva el perjurio, que diríamos...!
-- Bueno, bueno --concluí--: tendremos que tomárnoslo con calma...
Y me dispuse a levantarme.
-- ¡Quede con Dios!
-- ¡Y su amparo!...



Dr. Prof. Fernando Enebral Casares